domingo, 9 de junio de 2013

La suerte del Irlandés.

Dublín y Belfast, dos ciudades muy cercanas, a dos horas en carro, pero totalmente distintas entre sí.
Al pertenecer al Reino Unido, Belfast es muy inglesa en todas sus formas, la ciudad misma te grita a la cara: LONDRES.
Es la ciudad donde construyeron el famosísimo barco Titanic, y su mayor atractivo es el precioso e impactante museo que tiene dedicado al mismo, que desde la estructura arquitectónica del edificio nos recuerda al inmenso barco. Resulta un museo bastante interesante ya que va contando la historia de la ciudad con un punto de partida que todos conocemos, el Titanic. Al ser completamente temático jamás se vuelve aburrido el museo a pesar de lo grande que es, para recorrerlo se necesitan unas cinco horas aproximadamente. Para los que han ido al museo Memoria y Tolerancia en la ciudad de México se podrán dar una idea de como es este museo.
Fuera del museo, la ciudad no tiene mucho más que ofrecer, pero vale la pena recorrerla caminando y sentir su esencia.

Consejos para el futuro viajero: 
1.- Belfast utiliza las libras como moneda, cambien sus euros antes. 
2.- Lleven paraguas, aun que el día se vea soleado.
3.- Lleguen temprano porque el museo cierra a las 6:00 p.m.


Dublín, es una ciudad completamente mágica. Mucho color y vida por toda la ciudad. A pesar de ser una ciudad europea, tiene muchas cosas que no lo parecen, pero son precisamente esas cosas las que le dan el "caché" a la ciudad. 

La ciudad por si sola se merece unos tres días para conocerla, recorrer sus iglesias y museos, de los más recomendables es el de la cerveza Guinness, tiene su parte teórica, la parte práctica y la degustación de la cerveza, en un bar que se encuentra hasta arriba del museo con una vista de 360º de Dublín, increíble. 
Otro de los tours más recomendables en Dublín es la carcel de Kilmanham, donde por medio de un recorrido guiado por una de las cárceles más viejas de Irlanda realmente aprendes un poco de historia de la ciudad. 
La vida de noche en la ciudad es impresionante, los pubs tienen todo lo que prometen y si uno tiene suerte puede llegar a ver a algunos irlandeses bailando lo cual es increíble. Temple Bar es el barrio famoso por sus bares y su fiesta y pues ya sabrán lo demás. 
Hay varios tours que puedes tomar desde Dublin, yo tomé uno que me llevo a los riscos de Moher, que aun que el viaje es largo, vale toda la pena. 



Consejos para el futuro viajero: 
1.-TODO cierra temprano, salgan con un tour de la ciudad ya planeado.
2.- Aun que parece una ciudad pequeña, llegar caminando a los lugares toma horas.
3.-Piérdanse, conozcan y tomen fotos. 






Eso fue lo que yo hice, vi, sentí y viví en Irlanda, confíen en mi y vayan al país de los duendes, no se arrepentirán.

Y recuerden:

  "Wherever you go and whatever you do, may the luck of the irish       be there with you"