Es cierto que el ser periodista siempre ha sido riesgoso pues muchas veces se dedican a la investigación de temas muy delicados políticamente hablando o, en su defecto, completamente prohibidos, pero también es cierto que nunca ha sido tan peligroso como lo es hoy en día.
Hace varios años
en México el mayor riesgo de ser un periodista era cuando decidían cubrir las
guerras o los desastres naturales en México así como en distintas partes del
mundo, pero la situación ya no es la misma de hace veinte años.
Desde el 2006 en
México, los periodistas no mueren al estar cubriendo las guerras externas, sino
una batalla interna que México ha estado librando contra el narcotráfico, de la
cual a pesar de no ser un objetivo clave, los reporteros y camarógrafos, no han
salido con vida.
México ha pasado a ser el que encabeza la lista de los países
más peligrosos para realizar el periodismo, por encima de Iraq, un país que
estuvo en constante guerra y ocupado por Estados Unidos varios años y las Filipinas,
teniendo 68 muertos y 13 periodistas desaparecidos contados en el año
2011. De las primeras cosas en las que
somos numero uno mundial. No hay cifras
exactas que revelen cuantos más se han sumado a estos números en estos dos
años.
México le ganó a Colombia en el año 2004 el tercer lugar en
ser el país más peligroso para ejercer el periodismo, ¿dónde quedó la libertad
de expresión que está dentro de las garantías individuales? ¿y la libertad de
prensa?, se quedaron en promesas, nunca hemos estado ni cerca de tenerlas y
tampoco se augura un futuro más brillante de lo que hemos vivido.
Como periodista en México, en la peor de las situaciones, tu
vida termina en medio de un tiroteo, pero si por azares del destino logras
salvarte, entonces entras en una disyuntiva en la cual tienes tres sopas:
seguir por el mismo camino sabiendo que tu vida está de por medio, cambiar de
rumbo periodístico, ó para mayor seguridad dejarlo del todo y decidir dedicarte
a otra cosa.
Sí se decide la primera, entonces te enfrentas a extorciones,
sobornos, o hasta torturas y secuestros, que no solamente afectarían al
periodista sino a todo el medio para el que trabaja y obviamente a su familia.
En el segundo caso, podría continuar haciendo lo que le gusta y, en algún
punto, acostumbrarse a otra rama del periodismo. Y en la tercera y última
opción, que suele ser la más frecuente y a la vez la más difícil, sólo te queda
la resignación y la satisfacción de no correr más riesgos debido a tu
profesión.
Pero. ¿por qué alguien debería en algún momento conformarse o
resignarse a dejar de hacer algo que le apasiona y por lo que estudió tanto
tiempo? México, como país, como sociedad y principalmente como gobierno debería
proporcionar la seguridad a todos aquellos que trabajan trayéndonos las
noticias a quienes las vemos y sentimos a través de una pantalla de televisión,
a esas personas que día a día arriesgan la vida por mostrarnos la realidad que
nos parece muy ajena y que, sin embargo, tenemos tan cerca.
Al parecer no nos basta con ese escandaloso número, la CNDH
en el 2011 reportó más de 21 atentados a distintos medios de comunicación
dentro del territorio mexicano.
Todos sabemos que las cadenas grandes de televisoras con las
que cuenta México no son lo más transparente, por no decir que son
completamente opacas, pero sí algo les debemos tener agradecidos es la
cobertura de las cosas que realizan porque, nos guste o no, son de los poco que
lo hacen; ¿qué haríamos si no fuera por ellos? ¿de dónde obtendríamos la
información?. Al final del día, no importa sí lo que nos dicen es completamente
cierto o no, sino el hecho de tener la mínima información de que es lo que está
pasando en nuestro país y en el mundo.
Cada día suceden cientos de acontecimientos que de no ser por
las televisoras, no nos enteraríamos y tal vez la ayuda necesaria nunca llegue
al lugar por que la información de lo sucedido jamás llegó a los demás
ciudadanos.
La situación en nuestro más es más que crítica, los narcos se
están haciendo cargo de callar a las personas que saben un poquito de más. Los
narcos se han encargado de callar a todo México, periodistas o no.
¿Cuál es el futuro de nuestros periodistas? ¿cuál será el
futuro de nuestros medios de comunicación?. Es cierto que México necesita un
cambio para poder terminar con toda esta guerra que se está llevando a
muchísimos periodistas, militares y civiles consigo, pero también es cierto que
no sólo es cuestión del gobierno, se necesita un poco de todos los mexicanos.
No es lo mismo decidirte a hacer periodismo hoy en día que
hace veinte años, se sabe de los riesgos que corres al estudiar una
licenciatura como esta, se sabe del peligro que se vive al tener como tarjeta
de presentación el “reportero” o “periodista” antes o después de tu nombre. Es
completamente normal que los estudiantes la piensen dos veces antes de estudiar
algo como esto.
Ya no es lo mismo
estudiar periodismo porque, hoy por hoy, ya no significa lo mismo ser un
periodista en México que en cualquier otra parte del mundo o qué en nuestro
país, pero hace varios años.
MayLob.